La realidad social es compleja e inabarcable. Constantemente suceden hechos que ameritan algún tipo de reflexión: sucesos políticos, sociales, policiales, culturales, de interés general, deportivos, etc. Sin embargo, no todos alcanzan similares repercusiones mediáticas; sino sólo aquellos que, interpretación mediante y desde un lugar y perspectiva específica, se consideran noticiables por determinadas características específicas. En este sentido, los responsables de los medios de comunicación deciden qué y cómo comunicar.

Días atrás fue publicada en un diario de nuestra ciudad (vía impresa y web) una nota sobre una situación de un posible caso de abuso sexual infantil, nota en la que, contra toda legislación y básicos criterios éticos, se detalla información sensible al contexto personal, familiar, afectiva, de la posible víctima, que hace a su identificación y, por consiguiente, supone una afectación a su derecho a la intimidad.     

Toda legislación vigente relacionada a los derechos de niños, niñas y adolescentes, como también los protocolos de las diversas instituciones y organismos gubernamentales nacionales e internacionales son claros al respecto: siempre debe ser la prioridad el resguardo de la víctima de toda otra violencia material o simbólica, evitar toda posible revictimización de los niños, niñas y adolescentes que puedan haber sido víctimas de abusos.

Este caso surge de la irresponsabilidad y el uso ilegítimo e indebido de la información por parte del medio en tanto, priorizando su interés difundir una primicia, daña irreparablemente la intimidad de una niña.

Es por ello que desde las áreas de Derechos Humanos y de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad de Gualeguaychú y desde el la coordinación del Copnaf en Gualeguaychú instamos a los responsables de los medios de comunicación a asumir la responsabilidad correspondiente a la hora de tratar temáticas como abuso sexual infantil, violencia de género.

Solicitamos que se asuma la sensibilidad adecuada y el más profundo respeto por las normativas vigentes para evitar revictimizaciones, para cuidar a nuestros niños, niñas y adolescentes y resguardarlos de las consecuencias sociales y psicológicas que implica la difusión de detalles; más aún en una ciudad como la nuestra, en la que a las pocas horas de publicadas las notas, gran parte de los vecinos y vecinas saben de qué y de quién se trata.

Apelamos y reivindicamos, finalmente, la rigurosidad informativa, el uso de diversas de fuentes informativas para la producción periodística, la pluralidad y libertad de expresión y el tratamiento mediático responsable de situaciones de extrema sensibilidad como el tristemente difundido por un matutino local.

Consideramos, por último, que el derecho a la libertad de prensa no es absoluto, en tanto no puede atentar, bajo ningún aspecto, contra el derecho a la intimidad y el honor de las personas, cuestión a ser atendida doblemente en los casos de abuso sexual infantil.

 

Javier Villarreal (Referente del área de Niñez, Adolescencia y Familia)

Matías Ayastuy (Referente de área de Derechos Humanos)

Sofía Rossi (Coordinadora Copnaf Gualeguaychú)