En ese marco se han ejecutado visitas a las industrias con mayor riesgo de contaminación, de acuerdo a los efluentes que vierten, en las que se ha señalado el/los problemas que se encontraron en cada una, asumiendo y elaborando las acciones necesarias para concretar los objetivos. También se ofreció acompañamiento e informó que cualquier daño ambiental detectado seguiría siendo infraccionado cumpliendo con las leyes y ordenanzas vigentes en nuestra obligación de control y fiscalización.

Desde el inicio también se convocó y trabajó en forma conjunta con los grupos ambientalistas de la ciudad en los diversos problemas detectados y a los que se abocan. Particularmente en el saneamiento ambiental del PIG junto con los vecinos del barrio Don Pedro, que han sido quienes ayudan a ir por el camino que tomó el gobierno municipal, y con quienes estamos consustanciados con su problemática y acompañamos en sus reclamos porque afecta a toda la ciudad.

Se ha avanzado a paso firme pero aún no en su totalidad, en algunas cuestiones como hacer cumplir al órgano administrativo la ordenanza municipal de Parques Industriales, ya que éste es responsable de velar por el ambiente sano y sancionar a quien lo provoca, independientemente del control y fiscalización de la dirección de Ambiente.

Revertir tantos años de incumplimiento de las leyes ambientales por quienes son los responsables de los desechos que producen, como dice la premisa universalmente: el que produce desechos es dueño de ellos “de la cuna a la tumba” (en lo que no es reciclable) y hoy se habla también en que se debe ser responsable “de la cuna a la cuna”, no es posible en el corto plazo pero se trabaja incansablemente para lograrlo.

Respecto al Parque Industrial en particular, se sostiene desde la Municipalidad que “el PIG está muy lejos aún de cumplir con la meta de ser ambientalmente sustentable y lo ambiental es lo primero e irremplazable por lo que se seguirá exigiendo lo que se debe exigir hasta alcanzar la meta”.