El 11 de agosto se celebra en América Latina el día del nutricionista en conmemoración al médico argentino, Pablo Escudero, pionero de la nutrición en el mundo; quien en la década del 30 creó la carrera de esa especialidad en nuestro país.

Carina Valli, hace 13 años se recibió de Licenciada en Nutrición y trabaja hace 29 años en la Municipalidad. Si bien trabajó 15 años en la Dirección de Rentas, desde 2003 se dedica a su profesión, a lo que aspiró desde que ingresó a  estudiar esta especialidad.

“Al terminar el colegio, ingresé a  tra bajar en la Municipalidad, y al mismo tiempo comencé la carrera de Ingeniería en la Universidad Tecnológica Nacional en Concepción del Uruguay, viajaba todos los días a cursar, y llegaba de madrugada a Gualeguaychú”, explicó Carina.

En su casa el lema era estudiar, “mi papá siempre nos dijo que estudiemos, él me anotó en Ingeniería, no sabía si me gustaba o no”, manifestó Carina. “Entraba a las 6 de la mañana a la Municipalidad, y cursaba tarde- noche, era muy sacrificado, y yo sabía que esa carrera no era lo mío”, agregó.

Su padre le dijo que si no le gustaba que no vaya más, pero ya había cursado cuatro años, y entre medio no había na- da que le gustase, y tampoco existía la posibilidad de irse a estudiar afuera. “Hice talleres, cursos, idioma, todo mezclado, hasta que con algunos compañeros comenzamos la Tecnicatura en Control Bromatológico de la Facultad de Bromatología”, declaró.

En 1997 comenzó la carrera de Nutrición, la concluyó en 2003, y ese mismo año se abrió el área de Nutrición en el Municipio. “Me parece que lo más lógico es que te pases, que aproveches esta oportunidad, me dijo mi jefa en ese momento”, dijo Carina.

Resaltó además que hoy no haría eso, trabajar por la mañana, ir a cursar, salir cerca de las 9 de la noche y volver a su casa para estudiar, pero también destacó que “acá en la Municipalidad me dieron la posibilidad de poder hacerlo y de poder conversar siempre las situa- ciones que iban surgiendo entorno al estudio”.

“Siempre hice mi trabajo con mucho entusiasmo, siempre estuvieron las ganas de seguir queriendo algo, siempre un poco más”, expresó. “La Municipalidad me ha brindado la posibilidad de todo, de estudiar, de trabajar, de tener mi casa, me he sentido muy contenida, y la cantidad de vínculos  construidos aquí son lazos que te quedan para siempre”, agregó.

 

La salud como servicio

Carina trabaja en el Centro de Salud del barrio Munilla. Entre las tareas que realiza hoy en el consultorio del centro, además de lo clínico específicamente, se encuentra el servicio de alimentación al jardín y el acompañamiento de tareas en la biblioteca. “Me gusta interactuar mucho con la gente, cada día hay algo nuevo y eso es un lindo desafío, además uno se maneja con libertad, sin estructuras”, manifestó Carina.

“Lo que más me ha marcado en este tiempo fueron los casos de desnutrición cuando comencé, era una de las principales problemáticas en el barrio en esa época”, expresó. Y agregó “salía de la facultad con una teoría divina pero me encontraba con un panorama que no coincidía, me volvía a casa lloran- do, me chocaba en no poder ayudar al otro”.

Con el paso del tiempo, Carina se fue armando una coraza, aprendiendo a separar las circunstancias para que no afecten tanto, pero sin embargo, “hoy está todo agravado por la droga, se ve mucho, en lo diario, y uno recibe a la gente, trata de contenerlos, de ver cómo manejar la situación para que no se desborde pero no es nada fácil”, agregó. A pesar de las realidades con las que trabaja cada día Carina, tuvo la posibilidad de elegir lo que realmente quería ser, de buscarlo y encontrarlo, de no quedar solamente con el deseo de ser, sino ir por ellos. “He tenido toda las posibilidades de superarme o de quedarme, elegí la primera”, concluyó.

 

La ReVista Visión Municipal – Dirección de Personal – Edición Agosto 2017.